Así lo afirma Florencia Fernández Chiappe, quien realizó su doctorado en el IBioBA y acaba de ganar la prestigiosa Beca Pew Latin American Fellows.
Florencia Fernández Chiappe comenzó su camino en la investigación en neurociencias en los laboratorios del Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires (IBioBA, CONICET-Max Planck) en el 2014, cuando empezó a estudiar el rol del neurotransmisor GABA en el comportamiento del sueño en Drosophila melanogaster. Nara Muraro la guio, entonces, en su tesis de licenciatura y luego dirigió su tesis doctoral, que defendió con un diez en 2023.
Recientemente, y luego de atravesar un largo proceso de evaluación, fue seleccionada como una de las personas de la región que recibirán la Beca Pew Latin American Fellows, un programa que otorga sólo diez becas por año a científicos jóvenes latinoamericanos que estén por empezar el postdoctorado o que hayan trabajado durante menos de un año en un laboratorio estadounidense haciendo el postdoc.
“Recibir esta noticia fue algo increíble que esperaba con mucha ilusión porque me va a permitir volver al país con recursos propios a comenzar mi propio laboratorio en el futuro. Este reconocimiento me pone muy feliz la verdad porque, además de validar todo el trabajo duro y la dedicación que ponemos en el laboratorio hacia nuestra investigación, también representa un gran logro en lo personal: no sólo por mi parte, sino también por la de mi familia, que me ha apoyado en todo momento. Tuve el privilegio de recibir toda mi formación académica a través de nuestro sistema educativo, así que este premio es un reflejo de la excelencia de la educación pública argentina, hoy tan denostada. Es también un testimonio de la dedicación de todos los profesores y mentores que creyeron en mí y fueron dando forma a mi recorrido académico”, expresa Florencia con emoción.
A mediados de 2023, luego de doctorarse en el país, Florencia se instaló en Estado Unidos para trabajar en el Younger Lab, un laboratorio del Departamento de Biología de la Universidad de Boston, dirigido por la Dra. Meg Younger. Allí, actualmente realiza su postdoctorado estudiando el olfato en el mosquito Aedes aegypti, un sentido clave que los mosquitos utilizan en la búsqueda de animales o humanos para picar. “Este mosquito es un vector de enfermedades graves como el dengue, el zika y la fiebre amarilla, que tienen un impacto significativo en el país y la región. Mi objetivo a largo plazo es llevar a cabo investigaciones de alta calidad de vuelta en Argentina, centrándome especialmente en abordar los retos sanitarios regionales que afectan la vida de miles de personas cada año”, afirma la científica.
Sobre la beca
El Programa de Becarios Latinoamericanos de Pew en el campo de las Ciencias Biomédicas brinda apoyo durante dos años de formación postdoctoral en laboratorios líderes de los Estados Unidos. Los ganadores de la beca obtienen oportunidades para desarrollar su trayectoria profesional, colaborar con investigadores principales en Estados Unidos e intercambiar conocimientos con centenares de científicos que cuentan con el respaldo de Pew. Además, una vez finalizados sus postdoctorados, reciben financiamiento para establecer sus propios laboratorios en Latinoamérica, “para que puedan llevar las nuevas habilidades y conocimientos adquiridos a sus países de origen para contribuir al avance de las ciencias biomédicas y fortalecer las comunidades científicas locales”, explica.
“Es una beca que tiene una particularidad: además de cubrir tu salario por dos años como todas las becas de postdoctorado, al finalizarlo te dan financiamiento para comprar equipos y empezar tu propio laboratorio en Latinoamérica. Es una gran oportunidad para volver a hacer ciencia en Argentina”, sostiene Fernández Chiappe. “Con todos los recursos y la experiencia adquiridos durante mi postdoctorado con el apoyo de la beca Pew para América Latina, mi objetivo es contribuir de manera significativa a los avances científicos en mi campo, abordando al mismo tiempo cuestiones preocupantes que afectan directamente a mi comunidad. En última instancia, aspiro a devolver a mi país las oportunidades que me ha brindado y a apoyar el desarrollo de la próxima generación de científicos de mi región”, concluye.