Tres estudiantes de nivel secundario obtuvieron el primer puesto en la etapa regional de Jugend Forscht (Jóvenes investigan), el reconocido certamen científico europeo,
con un proyecto sobre los efectos de los saborizantes de los cigarrillos electrónicos.
En octubre de 2023, Sofía Capello, Zoe Augspach y Milagros Ruiz Lodwig comenzaron a darle forma a su proyecto en los laboratorios del Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires (IBioBA, CONICET-Max Planck). Con la tutoría de la Dra. Julieta Campi, científica en el área de neurobiología, se prepararon para poder participar del concurso alemán Jugend Forscht (Jóvenes investigan), uno de los certámenes científicos para estudiantes secundarios más importantes de Europa. En el mes de febrero viajaron a Hamburgo para presentarse en la primera ronda regional del concurso y su proyecto fue elegido en primer lugar. En el mes de abril participarán de la etapa provincial del certamen.
Con su proyecto, titulado “Cigarrillos Electrónicos: ¿su efecto en los pulmones depende del sabor?”, se propusieron investigar el efecto de los distintos saborizantes utilizados en los cigarrillos electrónicos en las células pulmonares. El cigarrillo electrónico es presentado como una alternativa “más saludable” que los cigarrillos convencionales. El 5% de la población alemana los utiliza, y es también muy usado entre la población joven. Sin embargo, estudios recientes demuestran que no son tan inocuos como se creía: los saborizantes, al ser inhalados, tienen efectos adversos para la salud, causando muerte celular en el tejido pulmonar y un mal funcionamiento del sistema inmune del pulmón.
Existen diversos tipos de saborizantes que difieren entre sí en sus composiciones químicas. En esta línea, la hipótesis que propusieron es que los E-Liquids saborizados en estado gaseoso causan más estrés oxidativo y una respuesta inflamatoria, ambos indicadores de daño celular y que hay sabores más nocivos que otros. Para poner esto a prueba utilizaron una línea de epitelio pulmonar en un medio gasificado con E-Liquids de cuatro sabores distintos. Midieron la respuesta inflamatoria y observaron en microscopio los cambios morfológicos en las células, lo que indica daño o muerte celular.
“El proyecto significó un montón para mí”, aseguró Zoe Augspach. “Siempre me apasionó la investigación, pero fue a través de esta experiencia que pude realmente entender y vivir el día a día de un investigador: aprendí un montón, desde cómo funciona un laboratorio, a usar distintos instrumentos y analizar datos. Fue muy motivador, no sólo por el proyecto en sí, sino también por el increíble clima de trabajo que había en el IBioBA, realmente fue una experiencia increíble y estoy súper agradecida de haber podido participar de esto”, agregó la estudiante.
En referencia a la experiencia del concurso, Sofía Capello sostuvo que fue algo totalmente nuevo: “fue una experiencia súper importante para nuestras vidas personales como para nuestra experiencia profesional. Aprendimos a hacer un proyecto, presentarlo y que sea juzgado por personas que saben más del tema. Trabajamos en equipo y conocimos muchísimo del mundo de la ciencia y la investigación, pudimos estar adentro como si fuéramos investigadoras, una experiencia y oportunidad súper valiosa”.
Los evaluadores, en su devolución, afirmaron que las participantes “desarrollaron un procedimiento complejo para responder a una pregunta actual y relevante y han llegado a una conclusión sólida: manténgase alejado de los aromas de donas y vainilla al vapear, por muy delicioso que suene. Que sus resultados ayuden a que los líquidos saborizados pasen de la zona gris a la zona de prohibición en Argentina”.
Escuchar que su proyecto había obtenido el primer puesto “fue como la frutilla del postre”, comentó Milagros Ruiz Lodwig. “Fue confirmar que todo lo que habíamos hecho estaba recibiendo su reconocimiento y nos pusimos muy felices. Luego empezamos a pensar cómo hacer para volver a la siguiente ronda, cómo continuar el proyecto, qué cosas queremos seguir investigando… Un montón de cosas que veníamos pensando y se volvieron más reales con la posibilidad de volver a la segunda etapa en abril”, agrega.
La preparación de grupos de estudiantes por parte de investigadores del IBioBA para participar de los concursos comenzó en el año 2016 y desde entonces obtuvieron el tercer puesto en el concurso regional de Frankfurt (2017), el primer puesto en el regional de Düsseldorf (2018), el segundo puesto en el regional de Hessen-Mitte (2019), el tercer puesto en el regional de Giessen (2020) y el segundo lugar en la etapa provincial de Hamburgo (2023).
Esta actividad se realiza en el marco de un convenio firmado en 2012 entre el colegio alemán Pestalozzi y el IBioBA, y representa uno de los pilares del Instituto, que busca complementar su trabajo de investigación básica con acciones orientadas a la comunicación de la ciencia y la promoción de vocaciones científicas.