Junto a su grupo en el Instituto Max Planck de Psiquiatría en Múnich, Alemania, estudia cómo pueden usarse las matemáticas y las estadísticas para determinar el tratamiento más efectivo en los trastornos psiquiátricos.
Las diferencias entre individuos son críticas a la hora de emitir un diagnóstico o de decidir un tratamiento. Actualmente, para poder distinguir entre ciertas enfermedades psiquiátricas como la depresión mayor, el trastorno de estrés postraumático y la esquizofrenia, el médico se basa principalmente en signos y síntomas. Sin embargo, hay otras variables que deben ser tomadas en cuenta a la hora de definir un tratamiento o de hacer un diagnóstico diferencial.
Bertram Müller-Myhsok dirige el grupo de Estadística Genética en el Instituto Max Planck de Psiquiatría en Múnich, Alemania, y en su visita al IBioBA explicó cómo trabajan desde el enfoque de la medicina personalizada a partir de datos cuantitativos.
“Hay personas que pueden sufrir determinadas enfermedades, y el tratamiento a menudo se decide en base a un esquema bastante estándar: ‘este diagnóstico, este medicamento, este tratamiento’. Pero esto no toma en cuenta las particularidades de los individuos, y pueden haber diferencias subyacentes entre personas, grupos de síntomas o incluso diagnósticos ocultos bajo un paraguas común”, explica.
Para eso, analizan diferentes conjuntos de datos genéticos, transcriptómicos, metabolómicos y de imágenes, así como síntomas compartidos y diferenciales, para discriminar e individualizar cada enfermedad.
En el campo de la depresión mayor se estudian en profundidad, por ejemplo, cómo predecir los efectos del tratamiento, y si se pueden detectar y predecir los subtipos de tratamiento estables y latentes.
“En la psiquiatría hay actualmente una gran tendencia a redefinir las categorías de diagnóstico en base a datos, porque se encontró que no se correlacionan tan bien con las respuestas al tratamiento”, dice Müller-Myhsok.
Sin embargo, históricamente el diagnóstico de trastornos psiquiátricos se basó en variables subjetivas que evalúa el médico, y una de las tareas más desafiantes para este equipo de investigación es justamente incluirlas en el análisis de datos.
“Es posible que no podamos traducirlas directamente en números, pero podemos agregar las categorías y el concepto general a la ecuación. Desde una perspectiva médica, queremos poder adecuar el tratamiento al paciente todo lo que podamos”, concluye.