El equipo liderado por Antonia Marin Burgin fue uno de los seis de los ganadores de un subsidio otorgado por el Centro Internacional para el Desarrollo de la Investigación (International Development Research Centre, IDRC) para investigar temas en la frontera de la Neurobiología.
Junto al grupo de Adi Mizrahi, de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel), y al de Melanie Woodin, en la Universidad de Toronto (Canadá), presentaron un proyecto de investigación conjunta para identificar los procesos que ocurren en las sinapsis neuronales durante el aprendizaje a partir de estímulos sensoriales.
“Durante tres años vamos a estudiar qué mecanismos tienen lugar en el cerebro cuando uno aprende a reaccionar a un estímulo, este caso auditivo. Se van a entrenar ratones para que asocien un sonido a una recompensa, por ejemplo agua o comida”, explica Marín Burgin, y agrega: “A medida que el aprendizaje progresa, la representación de ese sonido en el cerebro cambia, e incluso pueden distinguirlo mejor cuando se presenta entre otros sonidos”.
El objetivo es descubrir qué mecanismos y moléculas están involucrados a lo largo de ese proceso, que lleva semanas. Y es que a medida que los ratones aprenden a asociar el sonido con la recompensa, van ocurriendo cambios en las sinapsis de la corteza auditiva.
Durante los tres años que dura el proyecto el equipo de Adi Mizrahi va a trabajar en imágenes de dos fotones para ver la actividad de las neuronas auditivas, y además estuvo a cargo del desarrollo de las cajas de comportamiento para entrenar a los ratones. Por su parte, los grupos de Woodin y de Marin Burgin van a estudiar la plasticidad sináptica de las vías neuronales, y los circuitos neuronales inhibitorios y excitatorios involucrados.
El subsidio fue otorgado por el IDRC, en conjunto con sus socios la Azrieli Foundation, The Israel Science Foundation, y los Institutos Canadienses para Investigación en Salud (Canadian Institutes of Health Research).